martes, 13 de febrero de 2018

RÁPIDA MIRADA PARA UN ANÁLISIS DE COYUNTURA

En medio de una campaña “sui géneris”…

RÁPIDA MIRADA PARA UN ANÁLISIS DE COYUNTURA

Popayán, 14 de febrero de 2018

Es muy difícil ser analista político y, a la vez, candidato, pero me arriesgo...

El análisis político independiente está a la orden del día. Todo deja ver que los partidos y movimientos democráticos (incluyendo la izquierda) no han logrado reconstruirse en el actual ejercicio electoral. Son los candidatos presidenciales los que sostienen la dinámica político-electoral del momento.

Para avanzar con consistencia se requería:

1. Un programa soportado en una teoría consistente.

2. Una estrategia basada en un análisis concienzudo y un método correcto.

3. Una organización consistente a nivel nacional con un liderazgo individual y colectivo coherente.

En cuanto a la teoría, lo más avanzado en el mundo son las propuestas de Jeremy Rifkin, Elinor Ostrom, Paul Mason y otros (Postcapitalismo). Por ahí es la cosa; los jóvenes deben ponerse al día en esas ideas que trabajan lo de las economías colaborativas, el pro-común, prosumidor, energías limpias y tercera revolución tecnológica, además del nuevo papel del Estado (el gobierno de los bienes comunes). Allí están los elementos fundamentales para construir esa teoría. Petro lo está haciendo.

En lo estratégico tenemos grandes deficiencias. La Coalición Colombia y sus componentes han hecho un buen esfuerzo, entendiendo que Fajardo es quien tiene las mejores condiciones para derrotar a corruptos y guerreristas (a la vez), pero él tiene que dar un giro mucho más a lo "social" de lo que realmente está haciendo. ¡Todavía lo puede hacer! Su método de "encuentro entre diferentes" es lo ideal para el momento, pero el solo método sin contenido no es suficiente.

En lo organizativo todos estamos en deuda. Hay que construir sobre la marcha. Nuestro esfuerzo debe estar complementado por nuevas prácticas políticas, liderazgos colectivos, equipos de trabajo democráticos y creativos, y transversalidad en la dirección y organización del movimiento democrático.

Hoy se requieren pactos de no agresión entre los demócratas y que las nuevas generaciones se propongan superar lo existente. Mi esfuerzo actual va en la dirección de estimular esa actitud entre la juventud. Espero no equivocarme.


E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

domingo, 11 de febrero de 2018

¿ES EL TIEMPO DE PETRO?

Una aclaración necesaria...

¿ES EL TIEMPO DE PETRO?

Popayán, febrero 11 de 2018

Nunca he estado contra la candidatura o propuesta de Petro. Incluso, sin ser "petrista", lideramos en Popayán un proceso de respaldo y solidaridad con él, a raíz de su destitución en 2013-14. Cuando planteo que "no es el tiempo de Petro" no lo hago desde la perspectiva de que no pueda llegar a ser elegido en 2018, sino pensando que lo ideal fuera que las fuerzas populares anti-neoliberales pudieran madurar mucho más, evaluar lo sucedido en países vecinos y experiencias propias (Bogotá y otras) y poder avanzar con mayor consistencia.

Es decir, concebía un posible gobierno de "centro" (Fajardo) como una etapa de acumulación de fuerzas, de construcción de un bloque político que pudiera "despejar un poco el terreno" (superar la falsa polarización e iniciar la derrota de la corrupción político-administrativa), para lograr en adelante cambios estructurales "desde arriba" y "desde abajo", con mayor coherencia y organización. Si Petro es el demócrata que pasa a segunda vuelta en mayo/2018, no solo hay que respaldarlo en junio sino también, sobre la marcha, proponer ideas y acciones para intentar mejorar todo nuestro desempeño. Si nuestro pueblo desencadena (como parece estar haciéndolo) una "oleada petrista", y la vida nos coloca en "el tiempo de Petro", pues hay que hacerle caso a la vida, sin olvidar para nada las razones que me llevan a pensar que lo ideal es ir despacio.

Esas razones no desaparecen por un triunfo electoral como se ha comprobado en Venezuela, Brasil, Ecuador, como son, entrar en una nueva dinámica de guerra por obra del bloqueo imperial-oligárquico, la burocratización que siempre se empuja desde sectores sociales emergentes que se "suben" en los procesos de cambio y los colocan al servicio de cúpulas descompuestas, las tendencias anti-democráticas (autoritarias) que surgen por diversos factores (presión externa del imperio y fuerzas poderosas, debilidad interna por falta de desarrollo de las fuerzas democráticas, poco espíritu crítico y auto-crítico, fragilidad de las organizaciones sociales, idealización de la capacidad transformadora del "Estado heredado", etc.).

Ese es el debate que hay que profundizar y que no es obstáculo para el trabajo electoral actual. No concibo que dejemos "para después el debate", es en medio de la lucha política como se deben aclarar las diferencias y solucionar los problemas. La "forma" como se gana determina cómo se gobierna. Pero claro, si Petro es la opción que empuja el pueblo, hay que hacerle!

Lo importante en el momento es construir acercamientos entre los sectores democráticos y hacer pactos de no agresión, e identificar con toda claridad a nuestros verdaderos contradictores (Uribe-Vargas) que nos atacan a todos en bloque con el remoquete de "castrochavistas".

¡Se puede!


E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado